Las ciudades se enfrentan a desafíos ambientales, sociales y económicos cada vez mayores amplificados por los efectos del cambio climático que amenazan la resiliencia de las áreas urbanas y sus residentes. La crisis del COVID-19 ha puesto de manifiesto la limitada capacidad de recuperación de nuestras ciudades y ha subrayado la necesidad y la oportunidad de repensar la forma en que planificamos, diseñamos, desarrollamos y gestionamos nuestras ciudades. Hacer frente a estos desafíos requerirá soluciones transformadoras únicas para la sostenibilidad con una cuidadosa consideración de la resiliencia y la naturaleza en su implementación.
Las soluciones basadas en la naturaleza pueden ayudar a abordar y contribuir a una mayor resiliencia urbana, a través de la prestación de servicios ecosistémicos en áreas urbanas. Los servicios de los ecosistemas contribuyen a que las ciudades prosperen en épocas de estabilidad, en particular mediante la prestación de servicios de los ecosistemas culturales que aportan beneficios y bienestar sociales, culturales y comunitarios. La naturaleza proporciona diversas contribuciones de apoyo y mejora de la vida a las personas en ciudades y pueblos.
Las ciudades dependen fundamentalmente de ecosistemas interconectados, por lo que es fundamental que la naturaleza esté plenamente integrada en la planificación y el desarrollo urbanos. Además, existe una creciente urgencia de acciones colectivas y a gran escala para proteger la biodiversidad en y alrededor de las ciudades para evitar pérdidas y daños irreversibles a los sistemas naturales de los que dependemos.
Las soluciones basadas en la naturaleza pueden proporcionar el lugar para la recreación, la interacción social, la construcción de la cohesión comunitaria y la contribución a la salud y el bienestar físico y mental. Los servicios de los ecosistemas pueden contribuir a la resiliencia ante cambios repentinos, interrupciones y desastres naturales, así como mitigar los impactos del cambio climático, incluidas las olas de calor y las tormentas. Las soluciones basadas en la naturaleza suelen ser más rentables y resistentes que la gran infraestructura gris centralizada.
La crisis del COVID-19 de 2020 ha evidenciado la necesidad y mostrado los beneficios de la naturaleza en las ciudades y los espacios verdes, ya que el contacto con la naturaleza ofrece una forma de lidiar y contrarrestar los estresores de la vida cotidiana, al tiempo que permite el distanciamiento social. Esta sesión mostrará los beneficios de la planificación de la resiliencia con la naturaleza para un futuro urbano más saludable al mostrar casos de ciudades exitosas en todo el mundo.
Conferencia, 19 de octubre, organizada por ICLEI. 19.00h (Europa Central)
Facilitador
Vasileios Latinos, Oficial superior, Resiliencia urbana y adaptación al clima, Secretaría europea de ICLEI, Alemania
Ponentes:
Ingrid Coetzee, directora senior de programas, Secretaría de ICLEI África, Sudáfrica
Peter Vos, experto en sostenibilidad, ciudad de Genk, Bélgica
Vincent De Paul Kanjanya, Alcalde, Ciudad de Entebbe, Uganda
Wade Troxell, alcalde de la ciudad de Fort Collins, EE. UU.
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